PUZZLE DE ESCAÑOS
El “yin” y el “yang” del bipartidismo parlamentario de España ha pasado a convertirse en un verdadero puzzle de escaños cada vez más complejo y multicolor. Si bien es verdad que a pesar de las fuertes caídas de PP y PSOE en sus respectivas cotas de poder, la fidelidad ciega de un significativo número de votantes del socialismo, así como las ideas conservadoras profundamente arraigadas en una parte de la sociedad, contribuyen a mantener una importante cantera de votantes, que más allá de los salpicados de corruptelas diversas y escandalosas que manchan la trayectoria de ambas formaciones, les permiten conservar aunque tímidamente sus liderazgos.
Sin embargo, los coqueteos que el “yin” y el “yang” de la política española mantuvieron durante demasiados años con los nacionalismos periféricos a cambio de obtener los apoyos necesarios para la gobernabilidad de España, así como la eterna condescendencia del socialismo con separatistas y dinamiteros y la tibieza de un PP carente de firmeza y determinación y finalmente de votos, han dado lugar al nacimiento de nuevas formaciones que se inflan y se desinflan o llegan, tal vez para quedarse y quien sabe, si para reemplazar antes o después a quienes hasta ahora se disputaban el liderazgo.
Tras las elecciones de este 10N, nos encontramos con un Ciutadans que nació valiente frente al separatismo en Cataluña, generando una gran ilusión en una parte del socialismo desencantado, pero sobre todo de votantes populares que se sentían huérfanos y desamparados y que ante la indefinición, la inacción y los guiños al flanco izquierda, legítimos pero no satisfactorios para todos estos votantes les han llevado a inclinarse de nuevo por el flanco derecho del arco parlamentario, devolviendo al PP una leve pero significativa recuperación con respecto al gran declive sufrido en los anteriores comicios y una eclosión sin precedentes de un VOX al que todos quisieron hundir con sus calificativos, pero que son ahora la tercera fuerza política y principal pesadilla de muchos que con sus ataques les hicieron la mejor campaña.
Tal vez el vertiginoso aumento de las piezas verdes de este puzzle pueda explicarse por el hartazgo de ese auge tan sorprendente como indignante de un 10 % de escaños en manos de quienes no persiguen otra cosa que hacer saltar por los aires a la nación a la que amenazan una y otra vez, desde la cobertura del odio y la violencia a la que separatismos y nacionalismos exacerbados nos tienen acostumbrados desde el nacimiento mismo de una Constitución que transformó las tradicionales regiones de España en carísimas y ambiciosas Comunidades Autónomas que debían contentar y contener las ansias de los nacionalismos rupturistas a los que sin embargo, terminaron alimentando y dotando de tales cotas de poder hasta convertirlos en la amenaza ante la que ahora nos encontramos.
El hartazgo, la amenaza permanente, el terrorismo aún reciente y la violencia creciente podría explicar un parlamento que se aleja de la moderación y el centrismo, recogiendo los trozos un partido naranja que ve como la suma de colores separatistas, dinamiteros y rupturistas triplican injustamente sus escaños con muchos menos votos que ellos en las urnas. Tal desde Ciutadans cometieron errores, pero desde luego, los episodios de fanatismo y violencia que tanto tiempo llevamos sufriendo en Cataluña, no merece ni el liderazgo de un socialismo inepto que mira para otro lado, ni mucho menos aún el refuerzo de quienes desde el odio y el fanatismo pueden ser decisivos en el arco parlamentario de una nación a la que no respetan. Quien sabe si tal vez por todo eso, el azul y el verde eclipsaron la gran esperanza naranja que las urnas han desinflado.
Pero sin duda, lo peor de todo una vez más es que los intereses ideológicos acaben prevaleciendo indignantemente sobre la voluntad soberana de un pueblo que ha otorgado la mayoría de sus votos a PSOE, PP y VOX pero al que se le obligará a claudicar con un gobierno en el que las piezas envenenadas del neocomunismo revestido de lila, siendo minoritarias y herramientas necesarias del separatismo golpista que sufrimos, ostentarán un poder que le será negado a la mitad conservadora del puzzle, arrinconada en la oposición, mientras las piezas multicolores de los escaños quedan a merced de quienes no tienen otro interés que entregar nuestro despiezado país a quienes se mueren por descomponerlo del todo.
A. Hidalgo – 12/11/2019
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